Hoy una tarta fresca,cremosa, rápida de hacer,muy resultona y agradable al paladar sobre todo después de una comida pesada. Ahora que empieza el esplendor de las fresas hay que aprovecharlo, que las frutas de temporada se acaban en un abrir y cerrar de ojos y parece que las fresas se acaban volando!
Ingredientes (utilizé un molde de silicona para desmoldarla fácilmente, de tamaño bizcocho)
-750 ml leche semidesnatada (podéis usar entera)
-750 ml leche semidesnatada (podéis usar entera)
-8 quesitos (los usé light)
-1 tarrina queso de untar (también la usé light)
-2 sobres de cuajada
-7 cucharadas de azucar
-fresas (varias en trocitos, hasta llenar casi un vaso de los de agua) y alguna para adornar la tarta
-galletas cuadradas o rectangulares para la base
Picar las fresas en trocitos y añadir una cucharadita de azúcar. Reservar.
-galletas cuadradas o rectangulares para la base
Picar las fresas en trocitos y añadir una cucharadita de azúcar. Reservar.
En medio vaso de leche echar los dos sobres de cuajada para disolverlo bien. Añadirlo al resto de ingredientes (menos las fresas que se reservan para el final) y ponerlo todo en un cazo a fuego medio sin parar de remover. Cuando empiece a hervir remover durante dos minutos más, volcar las fresas rapidamente y verter en el molde elegido. Dejar atemperar y poner encima las galletas enteras (al dar la vuelta a la tarta será la base) después meterla a la nevera toda la noche. Feliz miércoles.
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