Es la sopa, como se suele decir, que reconforta a un muerto. Ideal para combatir este frío polar que tenemos en casi todo el país. Desde luego es una de mis favoritas pues es muy rica, sencilla, con ingredientes que siempre hay en casa y se hace en nada. Os dejo también una imagen de como ha trabajado la chimenea este fin de semana!
Ingredientes (para unos 4 platos)
-6 dientes de ajo
-pan duro de días anteriores en trocitos muy pequeños (un plato hondo lleno)
-1 huevo
-1 punta de pimentón picante
-1 cucharada rasa de pimentón dulce
-agua
-sal y aceite de oliva
En una cazuela con un chorrete de aceite de oliva, freimos los ajos laminados hasta que estén ligeramente dorados, a fuego medio. Cuando estén, los aplastamos un poco con una espumadera y los sacamos a un platito.
En ese aceite freimos los trocitos de pan y añadimos el pimentón (los dos) dando vueltas sin parar para que no se queme (el pimentón se quema muy facilmente y si no removemos, luego sabe amargo). Añadimos el agua y sal y cuando empiece a hervir echamos los ajos, lo dejamos unos 10 minutos e incorporamos el huevo hilado (es decir, batido y echado en chorro muy fino mientras no dejamos de remover, para que hile).
Lo dejamos reposar un rato y ya tenemos nuestra rica sopa para combatir el frío.
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