Hoy una tarta-experimento, bien rica, la repetiré seguro. Para los que les chifle la leche frita, creo que les encantará pues consiste en hacer la crema de la leche frita pero sin llegar a freirla, así nos ahorramos unas cuantas calorías y sobretodo tiempo. A ver si os gusta :). Siento no tener foto de la tarta entera! pero con la porción vale para que os hagáis una idea. La he hecho en el típico molde de tartas, para 8 personas está bien
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Ingredientes:
-1 base que puede ser de lo que queramos: masa quebrada, hojaldre, bizcocho fino o galletas con mantequilla. Yo elegí en este caso masa quebrada ya hecha (lidl)
-1 litro de leche (uso semi, podéis usar la que más os guste)
-50 gr maizena
-50 gr harina
-8 cucharadas de azúcar (cuando hago leche frita normal echo 10 pero en esta tarta queda azucarada con tanto azúcar)
-1 rama de canela
-corteza de 1 limón
Preparamos la masa quebrada según las instrucciones del fabricante, precalentando el horno unos 10 min a 200º y luego a la misma temperatura la metemos unos 20-25 minutos, que esté algo dorada.
La sacamos y dejamos enfriar mientras vamos preparando nuestro relleno: mezclamos en un bol la harina, el azúcar y la maizena con varillas, añadimos un vaso de leche en frío y disolvemos bien para que no queden grumos. El resto de la leche lo ponemos a fuego con la canela y la piel de limón dejándolo hervir unos minutos, con cuidado que no se nos pegue, vamos removiendo y nunca a fuego muy fuerte. Colamos para sacar el limón y la rama de canela e incorporamos la mezcla anterior. Removemos bien, en el fuego y lo dejamos desde que espesa, unos 10 minutos sin parar de remover a fuego lento (para que no sepa a harina cruda). Volcamos sobre la masa quebrada, dejamos atemperar un poco y a la nevera. Una vez fría espolvorear con canela y adornar al gusto.
CONSEJO: recomiendo que cuando volquéis la mezcla no lo remováis, para que quede una película lisa y uniforme, ya que en el momento que metemos la cuchara se queda fea, como cortada.
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